En nuestros viajes en autocaravana es inconcebible que no nos acompañe nuestra gran perrita “Cayetana”, aunque todo quien la conoce le llama Tana, anteriormente dependiendo de la ruta planificada se encargaba mi querido padre de atenderla pero tristemente nunca mas será posible y por ello adaptamos un poquito nuestro viaje para que nos acompañe y este lo mejor posible.
Cayetana y su autocaravana en Deltebre
A continuación enumeramos todo lo que llevamos para Tana durante el viaje en autocaravana:
– Comida suficiente para los días que dure el viaje, su comedero y un bebedero grande.
– Un arnés y una correa específica para anclarla en el cinturón de la autocaravana.
– Su cartilla y documentación en regla, en nuestro caso seguro de responsabilidad civil, psicotécnico y bozal ya que es una perra catalogada potencialmente peligrosa ( es un amor).
-Bolsitas para recoger sus excrementos y una correa.
Tana en Molinos (Teruel)
También seguimos una serie de pautas si es verano y se queda dentro de la autocaravana mientras estamos en un sitio que no puede venir, como en la playa o a cualquier otro sitio que tiene prohibida la entrada.
-Buscamos la sombra a la hora de aparcar, siempre que sea posible, igual que los lagartos buscan el sol 😉 .
-Disponemos de un convertidor de 12v a 220v y en el conectamos un ventilador de casa para que tenga una corriente de aire constante.
-Dejamos las claraboyas abiertas y las ventanillas de la cabina un poquito bajadas.
-Colocamos los oscurecedores en todos los cristales de la cabina y dejamos todas las ventanas cerradas completamente para evitar que el sol penetre.
– Y sobre todo le dejamos muchísima agua para que se hidrate.
En el resto de estaciones del año no hay que estar tan pendiente de Tana cuando viaja en nuestra autocaravana, pero sea la estación del año que sea disfruta tanto o mas que nosotros de cada viaje.
Disfrutando el atardecer en playa de Penarronda (Asturias)